Este domingo 8 de enero la Cooperativa Batán cumplió 74 años de historia, de servicio ininterrumpido y de crecimiento constante. Quienes forman parte de esta familia cada vez que llega esta fecha recuerdan a quienes hicieron posible lo que hasta 1949 era un sueño y miran con entusiasmo el futuro.
Trabajadores y asociados, todos merecen un reconocimiento especial este día, como así también un agradecimiento. La Cooperativa Batán es líder en su sector fundamentalmente por el recurso humano y quienes acompañaron y lo siguen haciendo.
El compromiso sigue intacto, como la profesionalidad con la que cada día se afronta el trabajo en las distintas áreas para llegar en tiempo y forma a quienes lo necesitan.
En este marco es que desde el Consejo de Administración no quisieron dejar pasar la oportunidad para compartir unas palabras con la comunidad.
Consejo de Administración
Estimados usuarios, empleados y socios de la Cooperativa Batán:
Este domingo, nuestra querida institución cumple 74 años de vida. En esta ocasión vale la pena tener presente que conmemorar no sólo significa celebrar, significa también apelar a la memoria en busca de recuerdos, detenerse un momento para reflexionar y analizar el camino recorrido. Es, sin duda, un momento de alegría, pero también de nostalgia que se entremezcla con nuevos desafíos y expectativas.
Desde sus inicios la Cooperativa ha trabajado arduamente para proporcionar servicios a sus socios y a la comunidad; ha proporcionado empleo a muchas personas y ha contribuido al crecimiento económico de la región. Y sin lugar a dudas, ha superado muchos desafíos a lo largo de su historia.
Es importante que sepan que la Cooperativa Batán está atravesando por unos de los momentos más complejos desde su fundación. Es un momento que nos interpela y que nos desafía a pensar distinto, a tomar decisiones fuertes y emprender una transformación profunda que nos permita insertarnos en un mundo dinámico. Debemos estar alertas para poder reconocer y atender las nuevas necesidades que van surgiendo, dar respuesta a demandas que se renuevan en forma permanente, replantear objetivos y proponerse nuevas metas. Desaprender y Aprender.
Este cumpleaños es también una ocasión para los agradecimientos. No podemos dejar de mencionar a nuestros valiosos usuarios, sin los cuales no habríamos llegado hasta aquí. Agradecemos su confianza y esperamos seguir contando con ellos en el futuro.
Por último, queremos expresar un especial agradecimiento a nuestro personal, junto al equipo directivo y docentes del Colegio Caraludmé, que son el motor de esta empresa cooperativa y los principales responsables de su funcionamiento. Gracias por el compromiso y dedicación.
Hoy es tiempo de combinar esta mirada retrospectiva con la visión de futuro, de renovar nuestro compromiso con la Cooperativa y, por ende, con la comunidad en su totalidad, y de dedicar nuestro mayor esfuerzo para que la institución crezca y se fortalezca con el aporte de cada uno de sus integrantes.
Un poco de historia
El 8 de enero de 1949 se constituye la Cooperativa de Electricidad Limitada de los barrios de Batán, 9 de Julio y Lomas de Galdós, con el fin de dotar de energía eléctrica a la localidad de Batán. A pesar que desde muchos años atrás ya había población en estos parajes, en la fecha de la fundación de la Cooperativa, Batán seguía siendo un proyecto. Los testimonios de la mayoría de los que recuerdan aquella época nos dicen que lo que se llamaba “Batán” eran apenas tres almacenes, dos carnicerías, algún que otro galpón y unas pocas casas dispersas.
A pesar de ello, la convocatoria encabezada por el entonces presidente de la Sociedad de Fomento Batán, Don Emilio Martín Larraya, y por algunos vecinos más, generó gran entusiasmo no sólo entre la gente que vivía en la zona o tenía propiedades, sino también entre gente de Mar del Plata que vio con simpatía la iniciativa y deseaba ser partícipe de un proyecto de gran futuro.
Hoy, visto a la distancia, aquel proyecto parece un poco loco, pero aquellos primeros asociados estaban animados y con un optimismo y entusiasmo que llevaba a que el emprendimiento fuese prometedor. Es que la principal materia prima con la que se contaba era justamente ese entusiasmo creativo que los hacía vivir el crecimiento de la Cooperativa y de Batán, como una aventura.
Un claro ejemplo de ese entusiasmo, podemos ver que el primer presidente de la Institución, Don José Fontán, al igual que Emilio Larraya, Antonio Alonso, entre otros asociados, firmaron como garantes con su propio patrimonio para los primeros créditos tomados por la Cooperativa para crecer. Lo hacían porque estaban convencidos, no sólo de que la Cooperativa iba a crecer, sino que Batán iba a crecer. Tanto optimismo los llevó a dejar sentado en actas el compromiso formal que cada asociado de la Cooperativa debería asociar nuevos vecinos para participar del emprendimiento.
Contra muchos pronósticos la realidad le dio la razón a ese optimismo: Ya en 1951 se habilitó el generador y comenzaron a consumir energía eléctrica los primeros usuarios. El motor era un Mercedes Benz de 140 H.P., 6 cilindros, diésel marino, que funcionaba junto a un generador de corriente alternada Siemens Schuckert, de 50 KW, 380/20 a 1000 revoluciones por minuto.
Este generador no era nuevo, por lo que no era fácil lograr que funcionara siempre correctamente. En aquella época los equipos técnicos que se compraban generalmente en el extranjero no traían instrucciones, ni catálogo de repuestos y asesoramiento, ni garantía; había que darse maña y así lo hicieron los hombres de la Cooperativa.
Tanto los consejeros como los asociados y los primeros empleados estaban acostumbrados a asumir funciones de lo más diversas. Con tal de que las cosas anduvieran bien, Emilio Larraya o Carlos Martínez, eran capaces de irse a cualquier lugar en camión a buscar repuestos, e inclusive a pedir prestado otro motor cuando el propio tenía problemas. También es recordado el empeño que ponían otros asociados, como Carlos Ferrario, Tomás Galera, Tomás Casaliggi, que sin cobrar un peso trabajaban a veces a la par de los empleados de la época, al igual que Francisco Trenco, que era un hombre de una gran capacidad técnica y mecánica, para solucionar problemas. Muchos más como Alfonso Montiel, Juan Moyano, Teodoro Machado entre otros.
El primer empleado de la Cooperativa fue el Sr. Mignini, mientras que las primeras líneas de cableado fueron ejecutadas por la firma Cartotto y Ferrari, que fue contratada para ese fin. Esta firma, integrada por Eduardo Cartotto y Jacinto Ferrari, era también la que realizaba el mantenimiento de los equipos de la Cooperativa hermana que había en aquella época en Estación Chapadmalal.
Poco después se incorporó a trabajar como jefe de la Usina el señor Enrique Lattanzi, que pasó a hacerse cargo también del tendido de nuevas líneas de cableado. El señor Cartotto (de quien todos guardan un cariñoso recuerdo), siempre siguió colaborando en forma desinteresada prestando su asesoramiento técnico. Entre lo que son colaboraciones también hay que nombrar al ingeniero Cavalotti, quien confeccionó los primeros planos de la red eléctrica.